Coiffeur genera climas y estados del alma muy diferentes sólo con los cambios de ritmo al rasgar las cuerdas de su guitarra. Su voz aparece cada vez más precisa; su guitarra, cada vez más enérgica. Sus canciones relatan historias y describen imágenes de una sensibilidad y una simplicidad cautivantes. Coiffeur le canta desde un lugar entre ambiguo e inocente al amor, los viajes, los suspiros confitados y el desconcierto.
Y simplemente nos regala un: "Duermo abrazándote y eso me tranquiliza.
No te imaginas cuanto bien me hacen tus caricias."
No te imaginas cuanto bien me hacen tus caricias."
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